Las mudanzas suelen dejarnos a todos, rotos incluso a los peques y es causa de estrés para toda la familia, chicos incluídos. Momentos de desorden, de separar lo que se conservará o no y de cambios. Momentos en donde el foco de la atención está puesto en la urgencia del cambio y no tanto en los chicos.
Algunos tips que ayudan a los chicos con la mudanza
Hacerlos participar del proceso: visitar la nueva vivienda en más de una oportunidad para dar tiempo a metabolizar la situación.
En la medida de lo posible aceptar alguna de sus sugerencias con respecto a la decoración y a las modificaciones para que también los chicos vivan el nuevo lugar como propio.
Hacer una pequeña ceremonia de despedida de la casa vieja recordando los momentos familiares vividos.
Dejarlos participar del lío del momento (dentro de nuestras posibilidades de soportarlo). A veces recurrimos a abuelas y tías para sacar a los chicos del medio y trabajar más tranquilos. Sin embargo, cuanto más chiquitos son más tienen que ver y estar para constatar la mudanza. Los chicos operan en concreto.
Como son momentos de desorden y nervios saber que los chicos tienen sus propias formas de expresar las emociones de tristeza y excitación que aparecen: más llantos, más peleas, desórdenes del sueño.
Mudarse es un micro duelo para todos aunque sea para mejor, tenerlo presente.
Todo pasa y cuanto más tiempo y paciencia le dediquemos al proceso (aceptando todas las ayudas posibles) más tranquilos estaremos los padres para transitar el cambio... ¡y eso derrama para abajo!
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