¡Ya están aquí las ansiadas vacaciones!
Y crease o no a muchos chicos esto les trae problemas.
Son chicos con dificultades en la flexibilidad, una destreza mental que madura con la edad.
La desestructuración de horarios y rutinas, lejos de tranquilizarlos, los perturban.
Si este fuera tu caso, hablá con tu hijo de los cambios que vendrán y -en la medida de lo posible- instalá nuevas rutinas en las vacaciones.
Organizate, disminuí la incertidumbre diaria, incluso podés armar un cronograma de actividades y ponerlo en un lugar visible: tiempo de desayuno, tiempo de juego, tiempo de salida, siesta o momento de descanso, invitación de amigos y esto, o cualquier otro programa que hagas, se repite diariamente.
Ponelo por escrito para los que ya saben leer y con dibujos para los que no.
Los que van a colonia tienen ahí mucha estructura.
Todo aquello que sirva para pautar el tiempo libre y hacerlo previsible será bienvenido y tranquilizador para estos chicos.
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