Cambiar a un chico de colegio cuando él no lo ha pedido debe ser algo meditado y altamente justificado, una decisión pensada y con tiempo para que el chico metabolice el cambio.
Los motivos reales deben ser explicados en palabras que el chico pueda entender y los motivos deben de ser de peso pues para un chico cambiar de colegio es un duelo que implica dejar una estructura conocida, amigos, maestros y una historia ahí vivida.
Si, por el contrario, es el chico quien pide el cambio, es importante indagar las causas para considerarlo. Algunas veces los motivos que los llevan a desearlo no se solucionan cambiando de colegio sino resolviendo los temas en cuestión. El cambio sólo ofrecería un nuevo escenario para repetir los problemas. Otras veces los motivos de los chicos son importantes y justifican probar en otro colegio.
Si el cambio está decidido tener en cuenta:
La importancia de despedirse de maestros y compañeros
Visitar el nuevo colegio un par de veces para familiarizarse con las instalaciones
Asegurarse que haya algún adulto designado ( generalmente la maestra) a quién acudir frente a alguna dificultad
Si hubiese algún futuro compañero conocido invitarlo antes del inicio de clases para fomentar la familiaridad
Y muy especialmente bajar nuestro propio nivel de ansiedad, de preguntas y re preguntas cuando el chico vuelve del cole.
Los chicos necesitan tiempo para adaptarse, desconfiemos de un amor a primera vista con la nueva institución. Es lógico que comparen, que haya cosas que gusten más y menos, que los compañeros no se brinden de entrada y que el chico asuma una actitud cautelosa.
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