¿Te diste cuenta la cantidad de indicaciones y órdenes extra que reciben los chicos al estar 24/7 con nosotros?
"Levantá el papelito", "saca las zapas del sillón", "apagá el Ipad", "no abras la heladera", "no te levantes del zoom", "ayuda con la mesa", "agarra bien la cuchara", etc. etc. etc.
Antes -cuando repartían su día entre el cole, los amigos, las clases extra curriculares, los abuelos- el día de los chicos se distribuía entre varios, lejos de nosotros.
Sin darnos cuenta las indicaciones se han multiplicado a lo largo del día, de todos los días, en estos largos meses.
Posiblemente sean inevitables para "sacarlos buenos" pero... tengamos clemencia y no abusemos de ellas. Dejemos pasar algunas órdenes, endulcemos algunas indicaciones, usemos el humor para hacer observaciones. Elijamos batallas y redoblemos los comentarios lindos y constructivos para compensar tanta instrucción.
Desde el "me encanta tu carita a la mañana" hasta el "gracias por todo lo que me ayudaste hoy", aprovechemos la cercanía para hacerles -también- mimos en el alma.