Los varones que maduran antes que el resto de sus compañeros tienen una autoestima más elevada y ganan mucho en seguridad. Con más fuerza física que el resto suelen desempeñarse mejor en los deportes y el look de "grandes" les trae éxito con las chicas. En cambio, las chicas que se desarrollan tempranamente lo pasan mal, se sienten distintas, fuera de contexto, con vergüenza; difícilmente encuentren amigas con quién compartir la nueva experiencia.
Del mismo modo, varones y mujeres la pasan mal cuando su maduración es tardía, separada del resto.
En la medida de lo posible hagámosles sentir que los sentimientos que los acompañan son compartidos por la mayoría en su misma situación. Es normal sentir lo que sienten, no son unos raros. Es preciso asegurarles que -en el caso que la madurez esté tardando en llegar- los cambios físicos, aunque tarden, van a llegar.