Cuando los chicos son chiquitos su capacidad de retener información, de acordarse de las cosas que le decis es escasa debido a que su Memoria de Trabajo (que es la encargada de ello) está en proceso de maduración. Por esa razón, cuando debas dar una orden, una indicación o inclusive un reto tratá de:
Ser muy concreto
Incluir pocos elementos en tu oración.
Asegurarte de tener toda su atención. Para ello agachate, miralo a los ojos y recién ahí indicá, pedí.
Recurrí a todos los sentidos para favorecer el recuerdo: incluí las indicaciones en una canción conocida o hacé un baile con ellas cuando se trata de indicaciones repetidas. Podes recurrir a sacar fotos de los distintos pasos que hay que seguir antes de acostarse, por ejemplo, y ponerlo a la vista para que el chico recuerde.
Pedile que te repita lo que dijiste. De este modo te aseguras que comprendió y recordó.
Y sobre todo dale espacio y tiempo para que el chico recuerde y pueda hacer las cosas por sí mismo. A veces es necesario frenarnos y no hacerlo nosotros para ganar en rapidez y tiempo.
Sabé que haciendo eso estás entrenando su memoria.
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