Actualizado: 29 de ago de 2021
Las Funciones Ejecutivas son destrezas que se utilizan para hacer -ejecutar- distintas tareas. Tareas simples como ordenar una cartuchera o tareas complejas como los cálculos matemáticos. En ambas "hacemos", ponemos en juego estas funciones.
Aquellos chicos que vienen rezagados en estas adquisiciones tienen más dificultad para adaptarse al nuevo ritmo. En sus mochilas proliferan las hojas sueltas, las equivocaciones (el material de Lengua en Mate y el de Ciencias Naturales en Sociales) y la sensación de encontrarse perdidos ante el nuevo escenario.
“¿Dónde tenés la cabeza?” "¿En qué mundo vivís?" "¿Cuántas veces tengo que repetirte que te organices?", son todos comentarios que a veces hacemos y que no hacen más que echar leña al fuego y bajar la autoestima.
Numerar las hojas de las carpetas. Es más fácil detectar la faltante.
Forrar cada carpeta de un color diferente o ponerle algún tipo de distintivo. Las etiquetas a veces no alcanzan a distinguirlas.
En los primeros días de cole repasar el horario con los chicos: "hoy primero tenés Lengua con la Srta. tal, carpeta roja y después... con... y usan la carpeta verde" hasta que ellos mismos recuerden el cronograma de actividades con facilidad. El repaso mental ayuda a ubicarse más fácilmente.
Si el chico tuviera que cambiar de clase, un recordatorio del recorrido pegado a la carpeta ayuda en muchos casos.
Algunos chicos toman el ritmo rápido y otros lo hacen de manera más lenta. No están desmotivados, no tienen cabezas de chorlitos, no son fiacas, no lo hacen a propósito. Están tardando más que otros en madurar funciones ejecutivas que dependen del desarrollo del cerebro. Tiempo, apoyo y estrategias para suplir las deficiencias ayudan más que críticas, o descalificaciones. Éstas no enseñan nada, solo entorpecen.